- El paciente debe ser diagnosticado por un oftalmólogo, que realiza los exámenes clínicos que considere necesarios y así determinar el pronóstico del paciente (evolución posible).
- Con el diagnóstico y el pronóstico, el Rehabilitador realiza una entrevista, para determinar sus necesidades específicas según su oficio, motivación, etc.
- A partir de los resultados de la entrevista, se determinan los lineamientos del programa a seguir. En muchos casos por la ansiedad, el estrés del paciente y/o de sus familiares se requiere de un apoyo psicológico para aceptar la nueva situación de la persona con Baja Visión y el manejo por parte de la familia que es el principal apoyo que debe tener el paciente.